14 Nov Presentación del libro con el Grupo Reto 2000 Everest Elche.

El libro que se presenta es un relato divulgativo de uno de los laboratorios del recién creado Grupo de Nutrición Deportiva de la SEÑ. El libro describe de forma asequible al gran público el reto que supuso poner a un grupo de ilicitanos, acostumbrados a vivir a nivel del mar, en el techo del planeta Tierra. Para ello se ideó un protocolo novedoso con un plan de entrenamiento revolucionario apoyado por una dieta adaptada. La intervención comenzó 2 meses antes de partir para la expedición al Himalaya. El año anterior, los montañeros habían subido al Cho-Oyu (8201 m) y esta ascensión permitió recopilar datos fisiológicos para poder planificar mejor la ascensión definitiva al Everest (8848 m). Con estos datos se planteó un protocolo de entrenamiento en hipoxia intermitente. En este protocolo se realizaban rutinas aeróbicas y de fuerza en altitudes simuladas que se incrementaban cada semana, yendo de los 2000 m a los 6500 m. Las rutinas de fuerza, que suponían una novedad en los entrenamientos de los montañeros, tenían como objetivo ganar masa muscular. Esta ganancia permitía a los montañeros sobrepasar tramos de escalada en roca o en hielo de una alta exigencia física. Además, a medida que se iba ascendiendo a los campos intermedios, el peso de la mochila se iba controlando, lo que implicaba que la cantidad de comida transportada era muy justa. De esta forma, las proteínas musculares proporcionaban aminoácidos para la gluconeogénesis, favoreciendo de esta forma la quema de grasa. La dieta se adaptó para este tipo de entrenamiento, aportando suplementos de aminoácidos de cadena ramificada para los mencionados procesos gluconeogénicos y hierro, para la fabricación de más glóbulos rojos. La semana de antes de partir hacia el Everest, se suplementó a los montañeros con vitamina E. Este antioxidante se puede almacenar en tejido adiposo y está demostrado que mitiga el desequilibrio oxidativo generado por la exposición a la hipoxia que ocurre en altitud. El resultado de todo este proyecto es que Elche pudo conquistar la cima del Everest.